Monasterio de San Juan de Duero, en Soria (Castilla y León)

Soria

Soria

En un paraje natural presidido por el río Duero se alza Soria, una ciudad que alberga un importante conjunto románico en sus calles medievales, además de espléndidas muestras de arquitectura civil.

La historia de Soria se encuentra vinculada al vecino asentamiento celtíbero de Numancia, cuyos habitantes protagonizaron una heroica defensa de la ciudad frente al asedio del Imperio Romano (s. II a.C.). Más tarde, debido a su estratégica situación, la zona fue objeto de pugna entre cristianos y musulmanes (s. IX). Tras su incorporación a la Corona de Castilla, Soria vivió su mayor auge durante el reinado de Alfonso VIII (s. XII-XIII) y fue durante toda la Edad Media un importante centro manufacturero derivado de la producción lanar.

Soria conserva un importante legado románico en su entramado de calles medievales. En el centro histórico de la localidad se levanta uno de los templos más importantes de la ciudad, la iglesia de Santo Domingo, una hermosa construcción del s. XII cuya portada está considerada como una de las mejores de todo el románico. Al este de la ciudad, cerca del río Duero, se encuentra la Concatedral de San Pedro. Edificada a finales del siglo XII y reconstruida a lo largo del s. XVI, posee una portada renacentista y tres naves góticas. En el interior es posible admirar bellos retablos, como el tríptico flamenco de la Crucifixión. Los claustros, declarados Monumento Nacional, se caracterizan por los tres tramos de arquerías de medio punto apoyadas sobre columnas en las que se representan diversas escenas alegóricas. Entre otros edificios religiosos del románico soriano, destacan la iglesia de Santa María la Mayor, de portada románica, y la de San Juan de Rabanera. Este templo, original del siglo XII, denota ciertas influencias bizantinas. En el interior, se aprecia esta tendencia orientalizante en el ábside. Asimismo, llama la atención un retablo ejecutado por el escultor Francisco de Ágreda y el pintor Baltanás. Mientras, la plaza Mayor, de estilo castellano, se encuentra flanqueada por varios edificios de interés: la Casa de los Doce linajes (s. XVII), sede del Ayuntamiento, la antigua casa consistorial y la Torre de Doña Urraca. Recorriendo las calles del casco antiguo aparecen nobles construcciones como el Palacio de los Ríos y Salcedo, y el de los Condes de Gómara (s. XVI), declarado Monumento Nacional y auténtica joya de la arquitectura civil soriana. La sede actual de la Audiencia Provincial se aloja en esta construcción renacentista, en la que resaltan su fachada de piedra, así como su gran torre cuadrangular. La Alameda de Cervantes constituye el principal paseo del casco urbano, donde se encuentra la ermita de la Soledad. En su interior se guarda el Cristo del Humilladero, talla del siglo XVI atribuida a Juan de Juni. La oferta cultural soriana tiene su referente principal en el Museo Numantino, que permite conocer los orígenes de la ciudad y el pasado de la provincia a través de una colección de piezas procedentes de diversos hallazgos arqueológicos. Sus fondos recogen todo tipo de objetos desde el Paleolítico hasta la Edad Media, desde ajuares funerarios de época celtíbera a cerámicas numantinas. A las afueras de la ciudad se extiende la ribera del río Duero, cuyo idílico paisaje fue fuente de inspiración de artistas y poetas españoles, como Antonio Machado. En este lugar se encuentra el monasterio de San Juan de Duero, donde residió la antigua Orden de los Hospitalarios de Jerusalén. Entre sus restos aún se conserva la arquería de su claustro, cuya construcción, que se remonta al siglo XIII, refleja la influencia musulmana sobre el estilo románico. Próximo a este recinto monacal, en la orilla izquierda del río, se encuentra excavada en la roca la ermita barroca de San Saturio, patrón de la ciudad. Este pequeño templo, del siglo XVIII, presenta planta octogonal y su interior se encuentra presidido por un altar barroco. Gastronomía La gastronomía soriana tiene en los derivados del cerdo y en los asados de cordero sus principales aliados. Conserva, asimismo, otros platos de tradición pastoril, como las migas (a base de pan, ajo y cerdo) y la caldereta (guiso de cordero). La mantequilla es uno de los productos artesanales más típicos de Soria. Entre la oferta hotelera de Soria capital destaca el Parador de Turismo, situado en el llamado Parque del Castillo, en el cerro donde antiguamente estaba la fortaleza medieval. Desde sus instalaciones se puede apreciar una de las mejores panorámicas de la capital y del río Duero. La provincia de Soria nos ofrece interesantes rutas para que disfrutemos al máximo de sus paisajes y legado histórico-artístico. La Ruta del Duero nos llevará a conocer las localidades que se asientan en la ribera de este río. En Almazán, Berlanga del Duero, Burgo de Osma o San Esteban de Gormaz nos acercaremos al pasado medieval soriano. El Cañón del Río Lobos es un enclave donde se unen naturaleza y arte. Otro cauce, el del Jalón, será nuestro guía para aproximarnos a Medinaceli, Arcos de Jalón o Santa María de la Huerta, poblaciones con interesante construcciones románicas y góticas. Por su parte, la Ruta del Moncayo y las Icnitas nos conducirá a Numancia, antiguo castro celtíbero, San Pedro Manrique y Ágreda, ciudad donde se dieron cita las culturas árabe, judía y cristiana durante la Edad Media. Interesantes muestras de arquitectura popular se nos muestran en la Ruta de los Pinares y Urbión, en lugares como Vinuesa, Salduero o Duruelo de la Sierra. Desde aquí se puede subir al Pico Urbión (2.226 m.), entre bosques de pinos y hayas.

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