Planes recomendados para descubrir todas las caras de Asturias

Es seguramente el recorrido más famoso de todo Asturias y lo encontrarás dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa. Puedes empezar en la localidad de Cangas de Onís conociendo su bonito puente romano. Después, acércate hasta la Basílica de Santa María la Real de Covadonga que se alza como un sueño en medio del valle y a la Santa Cueva (a unos 10 kilómetros en coche), una espectacular cueva natural donde se guarda la imagen de la Virgen de Covadonga (conocida cariñosamente como “la Santina”). Esto es solo el preámbulo de lo que vas a encontrar al final de una preciosa y serpenteante carretera de montaña: los imponentes lagos de Covadonga, de origen glaciar y a más de 1.000 metros de altitud (ten en cuenta que tanto en temporada alta como en verano el acceso se realiza en autobús). En los alrededores, desde los miradores de la Reina o de Ordiales, tendrás panorámicas de toda la zona.

El oficio tradicional de minero está tan unido a Asturias que todavía pueden verse las huellas de su pasado más reciente e imaginar como era su duro trabajo. Para vivir una auténtica experiencia minera, tienes varias opciones. Por ejemplo, visitar el Museo Minero de Arnao, cuya mina de carbón fue el primer yacimiento submarino de España. También puedes conocer el curioso poblado de Bustiello para hacerte una idea de cómo vivían los mineros. Los más atrevidos pueden pasar una jornada en Pozo Sotón (en la zona de San Martín del Rey Aurelio), la única mina de carbón de Europa que ofrece visitas guiadas al interior. Te va a sorprender adentrarte en las profundidades de la tierra hasta alcanzar los más de 500 metros. Muy cerca del Pozo Sotón tienes también el Museo de la Minería y la Industria (Mumi) y el Ecomuseo Minero Valle de Samuño en mitad de un precioso entorno de valles y montañas.

Es un tipo de arte que solo vas a encontrar en esta zona del planeta y que te hará viajar hasta el siglo IX. En concreto, en la época del rey Ramiro I se construyeron algunos de los bellos monumentos que hoy constituyen este arte. Hay seis de ellos que han sido declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO: la Cámara Santa en la Catedral de Oviedo; las iglesias de San Miguel de Lillo, Santa Cristina de Lena, Santa María del Naranco y San Julián de los Prados y la obra de ingeniería hidráulica conocida como La Foncalada. Lo encontrarás todo en la capital asturiana, Oviedo, y en sus alrededores. Además, en la ladera del bonito y tranquilo monte Naranco donde están varias de estas iglesias, puedes visitar el Centro de Interpretación del Prerrománico de Asturias. ¿Te apetece este viaje en el tiempo?

Los que viajáis con niños, también lo vais a tener muy fácil en Asturias. Primero, puedes animarles a imaginar tiempos prehistóricos organizando una visita al Museo del Jurásico, con más de 20 réplicas de dinosaurios a tamaño real (en Colunga) o al Parque de la Prehistoria (en Teverga). Segundo, podéis acercaros hasta el Acuario de Gijón, con más de 4.000 animales de 400 especies. Tercero: ¿qué tal una ruta al aire libre? Por ejemplo, la bonita Senda del Oso, que comienza en Santo Adriano y se puede hacer a pie o bicicleta. Por la zona de Fuentes del Narcea hay guías que os ayudarán a seguir las huellas de este animal autóctono. No olvides que Asturias está lleno de espacios naturales increíbles para recorrer con los “peques”, como los Parques Naturales de Somiedo, Ubiñas-La Mesa o Redes y de miradores que os encantarán a todos como el del Fitu (Caravia). Vais a conectar con la naturaleza como nunca.

Hay tanto que ver en Asturias que muchos viajeros pasan por alto el interesante pasado romano que tiene, ya que el antiguo Imperio Romano estuvo interesado en estas tierras durante cinco siglos para poder explotar sus minas de oro. ¿Y qué se puede visitar que nos haga viajar a aquellos tiempos? Pues, por ejemplo, puedes hacer la Ruta de la Huella del Oro y complementarla con una visita al Museo del Oro de Asturias en Tineo. También puedes conocer castros en los que vivieron los romanos como el espectacular Castro de Coaña (que se remonta al siglo V a.C.), visitar las termas romanas de Campo Valdés y la Villa Romana de Veranes en Gijón, o acercarte hasta el Centro de Interpretación de la Vía Carisa (en Aller), una carretera que se hizo para unir Asturias con el resto del Imperio.