Cáceres es un destino repleto de historia que cautiva a todas las personas que deciden adentrarse en ella. Su Ciudad Vieja está declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO y en sus proximidades podrás disfrutar de espacios naturales con gran diversidad de flora y fauna. Este itinerario de alrededor de 115 kilómetros te permitirá comprobarlo.
Un buen punto de partida de la ruta es adentrarse en la ciudad de Cáceres, concretamente visitando la Plaza Mayor para visualizar el Ayuntamiento y la Torre de Bujaco, el elemento más representativo y al que sin duda merece la pena subir para contemplar las vistas. Muy cerca está la de Plaza de Santa María que recoge otros edificios interesantes, como la Concatedral y los palacios de Mayoralgo y Golfines de Abajo.
Desde aquí se puede salir a la Plaza de San Jorge para contemplar espacios relevantes como el Museo de la Fundación Mercedes Calle, la Iglesia de San Francisco Javier y el tranquilo jardín de Doña Cristina de Ulloa. Siguiendo con el paseo, es recomendable cruzar la Plaza de San Pablo pasando bajo la singular Torre de las Cigüeñas para llegar a la de Pereros. Casi en la parte más alta del barrio antiguo está la Plaza de San Mateo, con otros puntos interesantes como su iglesia y el Convento de San Pablo.
A poco más de 60 kilómetros se encuentra el Parque Nacional de Monfragüe. Con más de 18.000 hectáreas surcadas por el río Tajo, es un lugar privilegiado para disfrutar del vuelo de las cigüeñas negras, buitres, alimoches y águilas imperiales, entre otras muchas aves. Además, se pueden observar paisajes y panorámicas únicas desde algunos de sus miradores, como el Salto del Gitano o el castillo de Monfragüe.
A unos 60 kilómetros del Parque Nacional de Monfragüe, enclavada en la comarca del Valle del Jerte, se encuentra la Garganta de los Infiernos. Abarca alrededor de 7.200 hectáreas y una de sus peculiaridades es la abundancia de saltos y cascadas, así como sus marmitas gigantes (grandes pozas excavadas en la roca por la erosión fluvial). Además, cuenta con una diversa vegetación, como espinos, madroños, castaños, cerezos, fresnos, sauces, abedules o acebos. Las especies animales también son variopintas: tritones, buitres leonados, halcones peregrinos, gatos monteses, etc.
Como habrás podido comprobar, Cáceres y los espacios naturales que se encuentran a su alrededor son paradas obligatorias si decides viajar por España. Aquí solo se han podido adelantar algunos de sus puntos más característicos, pero hay muchos otros rincones que debes descubrir.
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