La Graciosa (Isla)

Uno de los principales atractivos de La Graciosa son sus playas, que sorprenden por su belleza salvaje y los contrastes que ofrecen. Las hay de fina arena blanca, dorada o roca volcánica; con aguas tranquilas, perfectas para hacer snorkel, y otras de mayor oleaje, que requieren bañarse con precaución… Se puede elegir entre calas vírgenes y solitarias como La Cocina, Las Conchas o la playa de la Lambra, por ejemplo, y otros sitios más frecuentados dependiendo de la época del año, como las playas de La Francesa o La Laja, ideales para familias. Bucear o hacer una excursión en catamarán, con comida incluida, son algunas de las actividades que también se pueden hacer en La Graciosa. A la hora de comer, la especialidad de la gastronomía isleña es el pescado fresco, normalmente acompañado de otros productos típicos canarios como las papas arrugadas o el mojo. Cómo llegar y cómo moverse por La Graciosa La Graciosa se sitúa a sólo media hora en barco de Lanzarote. Ambas islas están conectadas por líneas regulares de ferri que viajan varias veces al día entre Órzola (Lanzarote) y Caleta de Sebo, el principal núcleo urbano de La Graciosa. Ahí es donde vive la gran mayoría de los habitantes de la isla y donde se localiza la oferta de alojamiento y servicios turísticos. Además de Caleta de Sebo, existe otra pequeña población, Pedro Barba, compuesta por una veintena de casas. Una vez en la isla, para moverse se puede ir caminando, en bicicleta o en taxi 4x4. Al ser un territorio protegido en su totalidad, las carreteras que hay están sin asfaltar y la circulación de vehículos motorizados está restringida. La orografía de La Graciosa es bastante llana, por lo que a través de las rutas y caminos existentes se puede llegar a pie o pedaleando a los principales lugares de interés de la isla sin dificultad. En Caleta de Sebo se hallan los establecimientos de alquiler de bicis.