Turista en un campo de lavanda

Lugares de España para disfrutar con los cinco sentidos

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Cierra los ojos e imagina por un momento que experimentas un viaje plenamente, con los cinco sentidos. ¿Qué lugar de España crees que impresionaría más a tu olfato? ¿Un campo repleto de flores, quizá? ¿Qué tipo de paisaje crees que impresionaría más a tu vista? Prepara todos tus sentidos porque aquí encontrarás diferentes ideas sobre turismo sensorial. Porque viajar debería ser siempre eso: vivir el destino intensamente, de forma consciente, y mantener el recuerdo de lo que experimentaste. 

  • Izquierda: Campo de lavanda de Brihuega en Guadalajara, Castilla-La Mancha / Centro: Detalle de cerezo en flor / Derecha: Naranjos cerca de la Giralda de Sevilla, Andalucía

    Olfato

    Comenzamos con una fragancia relajante como pocas: la lavanda. En España encontrarás los campos más famosos de esta planta en Brihuega (Guadalajara, Castilla – La Mancha). Más de 1.000 hectáreas de plantación que durante el mes de julio se convierten en todo un espectáculo sensorial. Incluso se organiza un festival con conciertos al atardecer en mitad de los campos de lavanda. ¿Te gustaría asistir? Tu olfato seguro que tampoco se quiere perder otras famosísimas floraciones españolas como la del Valle del Jerte, donde aproximadamente a finales del mes de marzo florecen más de un millón y medio de cerezos. ¿Más lugares en los que sentir aromas deliciosos? El barrio de Santa Cruz de Sevilla con la floración de los naranjos y su característico olor a azahar o el Museo de los Aromas de Santa Cruz de la Salceda (Burgos, Castilla y León), el único existente en Europa sobre este aspecto.

  • Izquierda: Detalle de El Peine del Viento de Donostia-San Sebastián en Guipúzcoa, País Vasco / Centro: Vista del faro de Finisterre en A Coruña, Galicia / Derecha: Bufones de Pría, Asturias

    Oído

    El Peine del Viento”. ¿Puede haber algún título más sugerente para una escultura? Seguramente no… En realidad, se trata de un grupo de tres esculturas de acero de más de nueve toneladas ideadas por Eduardo Chillida. ¿Y su ubicación? Otra maravilla: donde acaba la ciudad de Donostia-San Sebastián y comienza el mar y las olas chocan contra los acantilados. Seguro que ya puedes oírlo. Y es que el sonido del mar nunca defrauda. Puedes acercarte también a conocer los bufones de Pría (en Asturias) para escuchar los chorros de agua que se cuelan por la roca y alcanzan gran altura. O puedes ir en busca de todo lo contrario: del silencio. Seguro que lo encontrarás en el faro de Finisterre (A Coruña, Galicia), el lugar en el que los antiguos romanos pensaban que se acababa el mundo. El sentido del oído también está indudablemente unido a la música. En España, podrás disfrutarla de diferentes maneras. Desde una visita al Palau de la Música de Barcelona o con el zapateado en uno de los tablaos flamencos de una cueva del Sacromonte, en Granada. Y si quieres vivir en primera persona una tradición española con siglos de antigüedad, no te pierdas los sonidos de cualquier Semana Santa. Son indescriptibles. 

  • Izquierda: Detalle del Mercado de San Miguel de Madrid, Comunidad de Madrid / Centro: Entrada de la Boquería de Barcelona, Cataluña / Derecha: Vista del Mercado Central de Valencia, Comunidad Valenciana

    Gusto

    Seguro que después de muchos de tus viajes has recordado algo así como “Qué bien comí en aquel restaurante…”. Una buena experiencia gastronómica no se olvida fácilmente y en España vas a poder darle más de una buena sorpresa a tu paladar. ¿Sabías por ejemplo que el “mejor cocinero del mundo” según “The Best Chef Awards 2023” es el español Dabiz Muñoz y que tiene varios restaurantes en Madrid? Si quieres que se te haga la boca agua prueba a perderte por los cascos históricos de las ciudades del País Vasco: barras de bares repletas de pintxos a cada cual más delicioso. O a adentrarte en algún mercado centenario como el Mercado de San Miguel (Madrid), el de la Boquería (Barcelona) o el Central (Valencia). Además de ser edificios preciosos, la variedad de sabores está garantizada. Si hablamos de vino, no te puedes ir sin hacer una cata en alguna de las bodegas de la Ribera del Duero (en Castilla y León) o de la Ribeira Sacra, con viñedos en la montaña y a la orilla del río que son únicos.  

  • Izquierda: Vista de el Salto del Nervión entre Burgos (Castilla y León) y Álava (País Vasco) / Centro: Pico del Teide en Tenerife, Islas Canarias / Derecha: Vista de Las Médulas en León, Castilla y León

    Vista

    Una manera de impresionar a este sentido es a través del color. Y, ¿hay color más bello que el de un bonito atardecer? En España hay sitios impresionantes para vivirlos como el paisaje de Las Médulas (en León) donde el color rojizo de las montañas de arcilla (antiguas minas de oro) se intensifica a esta hora de la tarde. Otro lugar idílico para vivir una puesta de sol es el  pueblecito marinero de Cadaqués, en Cataluña, un destino conocido por ser inspirador para Dalí. Hablando de artistas, pocos placeres hay tan gratos para la vista como fijarse en los detalles de una obra de arte icónica. Prueba a ponerte delante de “Las Meninas” de Velázquez (Museo del Prado de Madrid), del “Guernica” de Picasso (Museo Reina Sofía de Madrid) o a fijarte en los detalles de la decoración de mocárabes de La Alhambra de Granada.  Si prefieres impresionar a tu vista viaja hasta el pico más alto de España, el Teide (en Tenerife) o hasta su mayor cascada, el Salto del Nervión, en la frontera entre Burgos y Álava. Los aficionados a las redes sociales disfrutarán de lugares verdaderamente “instagrameables” como la Muralla Roja de Calpe. 

  • Izquierda: Dunas de Maspalomas en Gran Canaria, Islas Canarias / Centro: Naveta des Tudons en Menorca, Islas Baleares / Derecha: Detalle de dólmen de Antequera en Málaga, Andalucía

    Tacto

    Sumergir la mano en la corriente fresca de un lago, acercar la cara al calor de una chimenea, acariciar la hierba de un verde prado… El tacto es un sentido imprescindible a la hora de viajar. Puedes experimentarlo también al andar descalzo por una playa cálida o por dunas tan impresionantes como las de Maspalomas (en Gran Canaria). Intenta probar a sentir la energía de tocar piedras milenarias visitando por ejemplo los Dólmenes de Antequera o la Naveta des Tudons, en Menorca. Por supuesto, nada mejor para estimular el sentido del tacto que recibir un masaje en un balneario. El de Archena (en el Paraje Natural del Valle del Ricote, en Murcia) es uno de los complejos termales más antiguos de España. Date un baño cítrico de vitamina C, siente el agradable calor de piedras volcánicas sobre tu piel o disfruta de un masaje a base de chocolate. Y para estimular tu lado más creativo puedes apuntarte a talleres de todo tipo de artesanos: plateros, esparteros, ceramistas, tejedores, ebanistas, alfareros… ¿Qué tal si acaricias el agradable tacto de una famosa manta de Ezcaray? ¿O si haces una visita guiada a la Real Fábrica de Tapices de Madrid para contemplar el trabajo de los tejedores en su museo vivo?

Ven a oler, ver, tocar, oír y saborear España. Crea un verdadero vínculo emocional durante tu viaje y sé más consciente de todo lo que experimentas. Todo un país espera a ser descubierto por ti. ¿Lo sientes?

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